miércoles, 30 de mayo de 2012

Sonrisa devuelta.

Cuando me preguntaste si era verdad que te quería no me lo pensé dos veces al decirte que no. Sabía que si te decía la verdad sería el fin de aquella amistad. No tardé ni dos días en darme cuenta de que a ti no podía mentirte, y te conté la verdad. Me arriegué a perderte, y acerté. Te perdí. Unos cuantos meses después volviste a aparecer en mi vida, como si nada. Me dijiste que me mentirías si me dijeses que no me habías echado de menos. En ese momento, en ese preciso momento, la sonrisa volvió a mi después de tantos meses.

No hay comentarios:

Publicar un comentario