viernes, 20 de abril de 2012

Escribir.

Ya nada es igual, querida inspiracion. Has desaparecido y no hay manera de encontrarte.
Antes todo era más divertido. Me pasaba el día pensando temas sobre los que escribir, temas que merecían la pena.
Sabes que últimamente mi cabeza está demasiado centrada en mis problemas y no encuentro maneras de plasmar lo que pasa por mi cabeza.
Pero todo esto no quiere decir que no te necesite. Mis palabras son mi mayor desahogo, esas que nunca me abandonan. Y hoy me siento totalmente desnuda, poco a poco esas palabras se desprenden de mí, siento como me van dejando y eso no me gusta nada.

Me enseñaste a controlar mis desequilibrios emocionales, a ver un poco más pequeños problemas que al principio parecían enormes, a sentime bien conmigo misma y, lo más importante, a ser feliz.
Solo quiero que vuelvas, que cuando me tumbe en la cama y suene música inglesa en mis oídos acudas a mí y me des la idea que necesitaba para escribir.
Disfrutaba contigo como no lo he hecho con nadie, pero hace dos semanas no es lo mismo.
Empiezo a estar cansada de tener un texto perfecto en la mente antes de acostarme y que al día siguiente, cuando lo voy a publicar en el blog, mi mente se quede en blanco. Me da muchísima rabia.

Por eso, te pido que vuelvas cuanto antes. Quiero volver a ser feliz escribiendo, lo necesito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario