martes, 20 de septiembre de 2011

El que no arriesga no pierde.

Conoces a alguien, le juzgas. Te gusta lo que ves, se convierte en tu amigo. Le cojes cariño, le quieres. Ese amor de amigo se distorsiona, ya no sabes lo que sientes. Te vuelves loca, le das vueltas a todo. Buscas desahogo en algun lado, solo una persona sabe realmente lo que pasa por tu cabeza. Te dice que arriesges, hay demasiado en juego. Ignoras sentimientos, se hacen mas fuertes. Te das cuenta de que le necesitas, el ignora todo eso.
Las cosas nunca salen como esperas, cuando quieres que todo salga bien, sale mal. Cuando mientes por miedo a su reaccion, le estas mintiendo al fin y al cabo. Cuando le dices lo que sientes, provocas un cambio en vuestra relacion. Actue o no actue la respuesta siempre acaba resultando ser la misma. Mejor no arriesgar, ¿no crees? Mejor apostar sobre seguro, es decir, su amistad. Cuando lo que hay en juego es tan grande como una gran amistad no hay nada que merezca la pena el ponerlo en riesgo.
Y entonces piensas,¿Acaso merece la pena todo esto por algo que consideras imposible?, ¿Hacer de tu cabeza un autentico rompecabezas? Es una gilipollez, pierdes tiempo, das vueltas a la pregunta de la que ya tienes respuesta...¿Que pasaria si...? Nada, no pasaria nada, absolutamente nada, el va a ser tu amigo. Pero solo tienes la certeza de que lo seguira siendo si mantienes el silencio, si no pronuncias las palabras prohibidas, si te callas como una cobarde. Desde siempre nos enseñan a ser valientes, pero no nos dicen que a veces lo mejor es ser cobarde que perderlo todo a un solo golpe.

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