sábado, 7 de julio de 2012

Cuantos de hadas.

Desde que era una niña pensé que la vida era de color de rosas, que todo era como en las pelis de Disney. Aparecía el príncipe apuesto con el que se casaba la princesa, y todo salía tal y como estaba planeado, eran felices y comían perdices. A medida que fueron pasando los años me di cuenta de que a veces nos toca ser la malvada del cuento, a la que nada le sale bien. Los cuentos de hadas son solo eso, cuentos, la vida real de color de rosas tiene lo mismo que pinocho de sincero. Nada sale como lo planeas, siempre viene un golpe de viento que se lleva todos tus sueños. En ese momento es en el que te das cuenta de que las historias que te cuentan de pequeño jamás sucederán.

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