lunes, 20 de febrero de 2012

Mi historia entre tus dedos.

Yo pienso que no son tan inútiles las noches que te di, te marchas y que yo no intento discutírtelo, lo sabes y lo sé. Al menos quédate solo esta noche, prometo no tocarte estas seguro Hay veces que me voy sintiendo sola, que conozco esa sonrisa tan definitiva, tu sonrisa que a mí misma, me abrió tu paraiso.
Se dice que con cada mujer hay uno como tú, pero mi sitio ocuparas con alguna igual que yo o mejor lo dudo. ¿Por qué esta vez agachas la mirada? Me pides que sigamos siendo amigos. ¿Amigos para qué? Maldita sea. A un amigo lo perdono, pero a ti te amo. Pueden parecer vanales, mis instintos naturales.
Hay una cosa que yo no te he dicho aún, que mis problemas sabes que se llaman tú. Sólo por eso, tu me ves hacerme el duro, para sentirme un poquito más seguro. Y si no quieres ni decir en que he fallado, recuerda que también a ti te he perdonado. Y en cambio tú dices lo siento no te quiero y te me vas con esta historia entre los dedos.
¿Qué vas a hacer? Busca una excusa y luego marchate, porque de mi no debieras preocuparte, no debes provocarme. Que yo te escribiré un par de canciones tratando de ocultar mis emociones. Pensando pero poco en las palabras, te hablaré de la sonrisa tan definitiva, tu sonrisa que a mí mismo me abrió tu paraiso.
Hay una cosa que yo no te he dicho aún, que mis problemas sabes que se llaman tú. Sólo por eso, tu me ves hacerme el duro, para sentirme un poquito más seguro. Y si no quieres ni decir en que he fallado, recuerda que también a ti te he perdonado. Y en cambio tú dices lo siento no te quiero y te me vas con esta historia entre los dedos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario